Trescientas
cabezas destellando como trescientos televisores sintonizados en
trescientos canales diferentes: señales de ajuste,canales de música,
propagandas de celulares, Venus kids,
moda & glamour loser,
pequeñas películas mudas, amores eternos de media hora, tristezas
coquetas de 17 años, corazones de plástico llenos de cerveza
tibia, ojos como tragamonedas pasando imperceptiblemente de una vida
a otra, palabras de amor gritadas al oído, salas de espera
mentales, la falta de dinero como un estigma inocultable, una pequeña
Lady Macbeth insitando el “bajo” instinto de su amado para
llevarse un pedal a casa, el desperdicio crónico de la belleza, las
drogas genuflexas, el bovarismo pret
a porté de ansiosas caperucitas
esperando inútilmente al lobo feroz, el bosque encantado de
las palabras no dichas, el río de Heráclito mojándonos la oreja
una y otra vez...
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