Debido
al súbito silencio de Remington Kid y temiendo lo peor
(él diría lo mejor) fuimos a su casa para sacarnos la duda y si
bien en un principio el olor pestilente que invadía toda la casa nos
hizo pensar que había "ocurrido", luego escuchamos el sonido
de una armónica que provenía de su habitación y respiramos
aliviados. Remington Kid estaba "vivito" (ja!) y
"coleando".Rápidamente intemos hablar con él, pero a la
pregunta de si estaba o no bien, él sólo nos respondió secamente:
"...me estoy poniendo los pantalones..." Intuímos que
es una buena noticia. Aunque con Remington nunca se
sabe...
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