Nuk Ronson (o la persona antes conocida como Mati Ru) es un tipo difícil de descifrar. Lo he visto pocas veces y hace un par de semanas atrás lo entrevisté en Marplatónico, el programa de radio del que participo como integrante del grupo A Bordo (Astier - Gorostegui - Mr. E). Es una persona amable y serena pero algo distante. Su música parece reflejar un poco esta percepción. Nuk es un auténtico artista. Compone solo, ejecuta todos los instrumentos electrónicos de los que muy pocos son de tracción a sangre y únicamente entrega la producción final de su disco a las manos de Isaac Astier. Sus performances en vivo son, dicen, explosivas. Una persona algo hermética que arma su propio mundo y remite casi instantáneamente a Ariel Pink en su libertad y lenguaje musical.Los temas de este flamante álbum apenas si exceden los tres minutos y están teñidos de una atmósfera etérea. La instrumentación es naturalmente maquinal y sintética acorde con el uso de sonidos digitales llenos de arreglos y ruidos de cuidada producción. Algunos temas tienen una orientación más marcial (“Lost data”), toman una dirección dance (“Calypso Night”) o un tono melancólico en “Crisis 4 AM”. Sin perder cohesión y en muy poco tiempo Nuk Ronson muestra un abanico amplio de su sorprendente música.
Latin Atlantic Twins suena moderno sin recurrir a los nuevos idiomas de la música pop joven. Anclado en un léxico musical sensible nos muestra que se puede salir de la tradición rockera (no hay guitarras, al menos que reconozca) para hacer una propuesta netamente electrónica de calidad, sin recurrir al cliché ni al pastiche forzado. Gran avance de este artista al que hay que prestarle atención.-
